Bobadas mias,  Helena

Y de repente un día

De repente un día te despiertas y te das cuenta de que has vivido más vida de la que te queda por delante y empiezas a pensar en las cosas que no has hecho, la persona que no has sido o lo que te podrías haber perdido por el camino, ese día lo último que quieres ser es lo que has sido en su mayor parte y sabes que, eso es un error.

Cuando ese día vas hacia atrás en el tiempo, todos nos paramos a pensar en todo lo que cambiaríamos y he de decir por experiencia que son muchas cosas, pero al final te das cuenta que de todo se aprende y de lo que más es de nuestros errores, lo que debemos aprender en realidad es de no perder el tiempo pensando en el pasado en lo que hubiéramos cambiado sino en el presente, en lo que aún podemos hacer y que esa vida que aún nos queda por delante la podemos aprovechar al máximo, siendo felices o por lo menos intentándolo.

La edad no es ningún impedimento para seguir con nuestros sueños, ahora lo sé. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy 😉

4 Comentarios

Dejar una respuesta